Llega el viernes y solo quieres que se acabe la semana. Salen moscas de la nevera y lo más probable es que a la hora de comer te pidas un Glovo. Mi propósito aquí es sugerir recetas que se puedan hacer, la misma mañana antes de ir a trabajar, que sea la oficina o el salón de casa.
Ensaladas de pasta, arroz o verduras, son recetas que se pueden hacer mientras preparamos el desayuno.
Por otro lado nos encontramos con la nevera llena de sobras y antes de tirar comida, mejor reciclarla. Como dicen las abuelas: ¡de los restos salen siempre las mejores recetas!.
Por último, si te olvidaste de poner el despertador y el tiempo se te viene encima, tendrás unas opciones de platos que se puedan armar comprando provisiones de camino al trabajo.
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Cuando llega el viernes lo más probable es que en la nevera haya una sequía importante y que corramos el riesgo de quedarnos sin tupper. ¡Qué no cunda el pánico! Con sólo reanudar los "últimos supervivientes" de la nevera y comprar otros pocos ingredientes más en cualquier supermercado de camino al trabajo, nos podemos sacar de la manga una comida rica y completa.
Esta ensalada puede tener muchas variaciones según lo que vayamos encontrando. El calabacín se puede sustituir por pepino o hinojo, además de poder incrementar la receta con champiñones, pimiento, apio o algún germinado. Si no es necesario que el plato sea estrictamente vegano, se le puede añadir también un queso. En este caso, quedaría muy bien un feta, un burgos o una mozzarella. Y para completar, ¿por qué no darle el toque final con unas pipas o semillas de chía? ¡Las opciones son muchas!
Si os quedáis fieles a la receta, os voy a dar un consejo: cuando lleguéis al trabajo cortad el calabacín en cubos y aliñarlo con aceite, sal y limón. Así perderá el agua en exceso y quedará más sabroso a la hora de comer.
¡Buen provecho y feliz viernes!
Cortar el calabacín y el tofu en trozos de tamaño similar. A continuación cortar por la mitad los tomates secos y las aceitunas, que estarán previamente deshuesadas.
Picar la nueces, el cebollino y la menta. Mezclar todos los ingredientes y disponerlos encima de unas hojas de lechuga.
Aliñar con el limón, el aceite y la sal.